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Remedios para las picaduras de mosquitos

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Remedios para picaduras de mosquitos

Conocer los remedios para las picaduras de mosquitos puede ser de gran ayuda. No sólo porque el prurito y el escozor que generan es desagradable sino porque con el rascado «descontrolado» podemos llegar a crear una lesión e infectar la picadura.

remedios para las picaduras de mosquito

 

¿Por qué pican los mosquitos?

Cada bicho es un mundo y tiene sus propias razones para acabar convirtiéndose en nuestro enemigo. Las abejas y las avispas suelen picar como mecanismo de defensa cuando se sienten amenazadas. En el fondo, y aunque nos cueste verlo, ellas son David y nosotros Goliath. Las abejas clavan el aguijón a través del cual inyectan el veneno en la persona. Lamentablemente para ellas, el aguijón va prendido a su abdomen, y al elevar el vuelo, éste se desprende y mueren. Te picaré aunque sea lo último que haga en esta vida debe de ser su brindis al sol antes de lanzarse en picado. Animalitos.

Las avispas, más avispadas, siguen un esquema de ataque parecido aunque no mueren tras picar a su víctima, sino que pueden hacerlo durante varias veces más. En el caso de los mosquitos, como ya vimos, es la mosquita la que, en una especie de antojo de preñada, necesita la sangre humana para poner los huevos.

¿Por qué los mosquitos pican más a unas personas que a otras?

A la hora de elegir a sus víctimas las mosquitas lo tienen claro: el olor corporal (y especialmente el olor de pies) les fascina. Para gustos, colores. También puede afectar la emisión de CO2 (dióxido de carbono) y por este motivo, las embarazadas podrían ser una diana fácil. Más información aquí sobre por qué pican más los mosquitos a unas personas que a otras. 

¿Qué pasa en nuestra piel cuando nos pican los insectos?

El «veneno» que nos inoculan los insectos va a originar la liberación de histamina. Como vimos en el post sobre alergia y antihistamínicos, la histamina es una sustancia que provoca vasodilatación, enrojecimiento y picor entre otros síntomas indeseables. A mayores, en la zona de la picadura se produce inflamación y edema y «el agraciado» , además del escozor, puede sufrir dolor leve o moderado. Ha nacido un «habón».

¿Cómo distinguimos una picadura «del montón» de una picadura peligrosa?

En España las picaduras de insectos, por lo general, no entrañan riesgo para la salud más allá de las molestias mencionadas (que pueden durar entre unos minutos y varios días). Sin embargo, en algunas personas pueden originarse complicaciones por infección o alergia:

1. Celulitis infecciosa. Uno de los signos que debe ponernos en guardia es que la zona enrojecida de la picadura se extienda y presente aspecto endurecido y caliente. Si esto sucede, es importante permanecer alerta y acudir al médico ante la aparición de otros síntomas como fiebre, dolor muscular o vómitos. En casos graves, puede llegar a haber necrosis.

Tratamiento: Se trata de una infección producida por bacterias de la piel y debe ser tratada con antibióticos.

2. Alergia a picaduras de insectos. La alergia más frecuente es a la picadura de abeja o de avispa (a la de mosquitos no es muy común). En estos individuos se puede desarrollar una reacción anafiláctica que, en función de la gravedad, podría incluso desencadenar la muerte.

Tras la picadura, algunos de los signos que pueden hacernos sospechar de que una persona es alérgica son:

  • Enrojecimiento o sarpullido en algún punto del cuerpo distinto al de la picadura.
  • Hinchazón en la lengua, labios, ojos o el rostro.
  • Dificultad al tragar o al respirar (respiración jadeante, sibilancias, tos…).
  • Debilidad, mareo o sensación de desmayo.

Tratamiento:  Es fundamental que las personas alérgicas a picaduras de insectos lleven  siempre consigo sus autoinyectores de adrenalina (Jext, Altellus) especialmente en excursiones o salidas al campo.

Remedios para las picaduras de mosquito

1. Hielo:  No, no se trata de un fármaco, sino de algo muy sencillo y al alcance de cualquier frigorífico. Ante una picadura que se antoje importante, el hielo, aplicado de forma inmediata, provoca vasoconstricción en los capilares sanguíneos y ejerce un efecto antiinflamatorio y anestésico.

2. Amoniaco: Según la ficha técnica del famoso «bolígrafo» que todos hemos usado alguna vez, el amoniaco puede modificar el pH de la piel aliviando el picor. La idea aceptada tradicionalmente es que el veneno de muchos insectos tiene carácter ácido y el pH básico del amoniaco es capaz de neutralizarlo. Esto tiene algunos inconvenientes, por ejemplo, que para ser efectivo, el amoniaco debe ser usado inmediatamente tras el picotazo. Una vez que el «veneno» se ha extendido, la «capacidad neutralizadora» disminuye. Además, la aplicación de amoniaco, aunque resulte eficaz en un principio, en muchos casos puede resultar insuficiente para atajar la posterior inflamación y el dolor de la picadura.

3. Antihistamínicos tópicos:  Los antihistamínicos funcionan acoplándose a los receptores H1, a los que debe unirse la histamina que se libera gracias al veneno. Es decir, actúan como un «estorbo» puesto que cuando llega la histamina, los receptores ya están ocupados y no se desencadena el picor ni el enrojecimiento. Es una de las opciones más utilizadas, desde los ya vintage pero efectivos Fenergán o Polaramine en formato crema, hasta presentaciones en stick o roll-on como el Azarón o el Fenistil Además, los antihistamínicos en forma de crema suelen incorporar algún componente como la alantonía o el mentol para ayudar a la cicatrización o refrescar la piel. Hay que extremar la precaución con los antihistamínicos tópicos ya que pueden ser fotosensibilizantes.

4. Antihistamínicos orales: Ante reacciones anormales a las picaduras, como ronchas extensas o excesivo picor, pueden prescribirse antihistamínicos orales. Algunos de los más utilizados en niños son dexclorfenamina (Polaramine) o hidroxizina (Atarax) y en adultos, cetirizina (aunque, como vimos, existen otros muchos antihistamínicos, entre ellos algunos que no dan sueño).

5. Antihistamínicos tópicos. Se desaconsejan porque, al igual que muchos otros fármacos los antihistamínicos tópicos pueden causar fotosensibilización en la piel.  En niños deben evitarse todo lo posible. Si se empleasen antihistamínicos tópicos es importante proteger del sol las zonas donde se administre: fotoprotección y fotoevitación.

6. Antiinflamatorios: Para reducir la inflamación y el dolor provocado por algunas picaduras pueden empelarse antiinflamatorios orales como el ibuprofeno o el naproxeno. En ocasiones se prescriben de forma conjunta con el antihistamínico oral.

7. Corticoides tópicos: Los corticoides son los más duros del barrio frente a las picaduras. Tienen acción antialérgica, antipruriginosa y antiinflamatoria. A pesar de que los corticoides pueden presentar diversos efectos secundarios en ocasiones son la única alternativa efectiva para controlar la inflamación y enrojecimiento. Entre otros, se emplean la betametasona (Celestoderm, Diproderm) o sus combinaciones con acetónido de fluocinolona (Alergical). Deben ser prescritos por un médico aunque hay algunas especialidades de venta libre formuladas con corticoides de baja potencia como Calmiox o Hidrocisdin.

Mi mascota Juanolo (vestido de mosquito tigre) y yo os hacemos un resumen de los remedios más eficaces en este vídeo:

¿Qué podemos utilizar para los mosquitos en niños y embarazadas?

En embarazadas y menores de dos años, ante una picadura «normal» que no requiera atención médica, podemos aliviar el picor y el malestar mediante el uso de cremas reparadoras, calmantes y/o refrescantes que no presenten fármacos como principios activos en su composición.

Algunos ejemplos de la famosa crema mano de santo son, por ejemplo, Bepanthol Calm o Stelatria de Mustela. Post-pica se lanzó en 2014 y también es adecuado para picaduras en niños. Para los amantes del formato stick, Chicco comercializa desde hace años una «barra de alivio calmante»  formulada a partir de extractos naturales.

Otros ejemplos son las cremas o geles que contienen aloe vera (ojo, que el gel sea verde radiactivo y en el bote ponga «aloe» no es garantía de calidad) o caléndula (Bálsamo de Klorane, Hidratium de Arkopharma). En el caso de ronchas o zonas de irritación extensa, puede ser aconsejable el uso de cremas o lociones con calamina para aliviar el picor (Talquistina, Mitosyl Calamina o Ioox Calamina).

 

El consejo de la boticaria 

En individuos alérgicos, no olvidar nunca el autoinyector de adrenalina y vigilar su fecha de caducidad (que suele ser de un año como máximo). Afortunadamente, la mayoría de estos autoinyectores caduca sin haber tenido que ser usado pero precisamente por este motivo es frecuente que se olvide revisarlos.

Y por último, insistir en que el mejor consejo es la prevención mediante las barreras físicas y químicas de las que hablamos en el post sobre los mejores repelentes de insectos. Dado que los picotazos forman tanta parte de nuestro verano como el gazpacho, espero que con este post haya quedado algo más claros los remedios para las picaduras de mosquitos.

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