No, las lámparas domésticas de luz ultravioleta no eliminan el coronavirus. Si son ultravioleta A, no lo eliminan. Si son ultravioleta C, que es la radiación utilizada en los quirófanos para desinfectar, tendrán una potencia tan baja que no matarán nada. Y menos mal, porque de otra forma podrían achicharrarnos a nosotros mismos.
Todo el mundo está preocupado por acondicionar sus negocios (peluquerías, farmacias, restaurantes, taxis, talleres, etc.) para garantizar la seguridad de sus clientes, de sus empleados y de ellos mismos. Y eso está muy bien y hay que agradecer el esfuerzo que están haciendo todos los empresarios, las pymes y más aún los autónomos. También tenemos miedo, un miedo legítimo porque hemos perdido a mucha gente y queremos hacerlo lo mejor posible. Pero además de buena voluntad debemos tener espíritu crítico, porque es precisamente en el miedo donde los vendedores de humo, charlatanes y estafadores hacen su agosto engañando a los más vulnerables.
¿Las lámparas domésticas de luz ultravioleta eliminan el coronavirus?
Las lámparas domésticas de luz ultravioleta hacen pódium junto al ozono y los purificadores de aire en la presunta lucha contra el coronavirus. Pero, hasta el momento, ninguno de los tres ha probado su efectividad para inactivarlo.
Si el ozono es el rey para sentirnos seguros en los negocios, los cacharritos de luz ultravioleta son los reyes del desinfectado doméstico. Los venden en formato cesta nevera, bandejas, tostadoras, lamparitas de pie o de sobremesa… son aparatos donde metes el móvil, las llaves y otros objetos personales y supuestamente salen de allí coronavirus free. O que los enchufas y lo dejas en la habitación a solas desinfectando. Sin embargo, no se ha demostrado que estas lámparas de luz ultravioleta sean efectivas para eliminar el coronavirus.
¿Algún tipo de luz ultravioleta elimina el coronavirus?
Como explica la neurobióloga Conchi Lillo, hay tres tipos de radiación ultravioleta: UV-A, UV-B y UV-C. Esta última, la ultravioleta C, es la que utilizan los equipos de algunos quirófanos (que valen entre 60.000-160.000€, por cierto) para desinfectar y podría ser efectiva, pero aún no se ha probado que inactive específicamente el coronavirus.
¿Qué tipo de luz ultravioleta tienen las lámparas domésticas?
Las lámparas de luz ultravioleta domésticas, esas que están al alcance de cualquiera por internet, suelen ser ultravioleta A, (“a” de agua), que no acaba con el coronavirus. Puede que sean ultravioleta C (“c” de coronavirus), pero si lo son, lo serán son a una potencia tan baja que no acaba con el bicho. Y menos mal, porque si lo hiciera, nos achicharraríamos. No sería seguro tener en casa estos equipos. No olvidemos que la radiación ultravioleta C es dañina y por suerte no nos llega porque la retiene, casualmente, el ozono de la atmósfera. Hay otros inconvenientes y es que la radiación ultravioleta es efectiva donde incide. Para entendernos, donde da el rayo podría desinfectar, pero donde no da, no. Una vez más, el problema de usar estos cacharros es que pensamos que son eficaces, cuando ningún organismo oficial ni autoridad sanitaria los recomienda, y corremos el riesgo de relajar las medidas que sí son eficaces.
De hecho, la propia Organización Mundial de la Salud ha advertido contra el uso de lámparas ultravioleta para inactivar el SARS-CoV-2.
¿Por qué triunfan las lámparas de luz ultravioleta?
Primero, por comodidad. Limpiar con lejía es un rollo, huele y es mucho más cómodo tener una máquina mágica en la que apretar un botón para que desaparezcan nuestros problemas. Por exotismo y marketing. Comer quinoa mola más que comer lentejas, igual que desinfectar con tecnología es mucho más cool, que desinfectar con lejía Conejo. Sin embargo, la lejía está incluida en la lista de productos virucidas recomendados por el Ministerio de Sanidad y ni el ozono, ni la luz ultravioleta están. Por la necesidad de diferenciarnos. Si tengo una cosa cuqui y tecnológica para limpiar mi establecimiento me diferencio del de al lado, parecerá más seguro y vendrá más gente. Esto es injusto y genera locales de primera y de segunda con dispositivos sin evidencia. Es una locura. Además, por desinformación. No todo el mundo tiene el mismo acceso a las fuentes oficiales y además confía en quienes le venden el producto o la máquina milagrosa.
El consejo de la boticaria
Seamos valientes, no policías de balcón ni de comercios, pero si alguien nos pregunta tengamos la valentía para decir que, en el momento actual, no hay evidencia de que las máquinas de ozono, las lámparas de luz ultravioleta o los purificadores sirvan frente al coronavirus. Si detectamos prácticas engañosas, denunciemos. Ahora mismo, la manera de frenar el virus es mantener la distancia de seguridad, el lavado de manos, el uso de mascarillas, la desinfección con productos de la lista de virucidas y demás medidas higiénicas indicadas por el Ministerio de Sanidad. Ánimo a todos.