Aquello del fantasma del presente, del pasado y de futuro está demodé. Mr. Scrooge ha muerto. Aquí somos cortoplacistas y los fantasmas que nos ponen los pelos como escarpias son los de Antes, Durante y Después de la Navidad. Me refiero a cómo llenar el carro de la compra con turrones decentes, cuánto alcohol podemos beber sin que se nos ponga lengua de trapo, cómo comer langostinos sin temer por nuestro colesterol y, sobre todo, cómo aliviar esa resaca que con toda probabilidad tendremos el día de Año Nuevo.
Sobre todo esto hablo en mi colaboración de este mes con el Club de Malasmadres. No asustamos a nadie, tampoco nos comemos a nadie… para comer ya está el turrón de Suchard, que es la estrella. Pinchad en la imagen si queréis leer el post y acabar con vuestros fantasmas:
Te nos estás ablandando, Boticaria. ¿No hay bronca? ¿Nos conminas a disfrutar? Jajajaja. Un besote y felices fiestas si no te leo ants.
Como se nota que tú me conoces «de toda la vida bloguera». Me ha quedado una cosa flojeras indigna de mi látigo, pero en fin, es Navidad y hay que tener un detallito con la parroquia 🙂
Yo aprovecho que el mío todavía es bebé…
Boticaria, te vi el Sábado en The Hovse! la tamagochi se acercó graciosísima a saludarme (ya te seguía en tu otro blog)
¡Qué dices! ¿Y por qué no me dijiste nada? Mi hija es un verso suelto así que no me extraña… Espero que no te mordiera ni nada parecido 😛
No quise molestar 😉
A la próxima, que seguro que la hay, Madrid es un pañuelo!
En serio.. después de lo de Suchard me voy a deprimir del todo
No mujer, piensa que el marisco ha salido bastante bien parado en el post. No desesperes 🙂