La dieta alcalina no es una dieta milagro cualquiera. Hay dietas milagro, como la de la alcachofa o el pomelo, que las ves venir desde Albacete. Pero la dieta alcalina es sibilina y se cuela en discursos de personas supuestamente leídas y estudiadas. Hoy rescato las gafas de fruta (sé que no podéis vivir sin ellas) para dar caña a esta dieta sin evidencia científica y, por supuesto, a mi querido limón, mi limonero…
Hola Boticaria,
Antes de nada, gracias por el blog, rigor científco pero con chispa, justo lo que hace falta. Creo que haces una gran labor social.
¿Podrías echarle un vistazo a las dietas High Fat Low Carb y cetogénicas? Me parecen razonables, pero necesitaría una opinión cualificada.
Muchas gracias.
Jaume.
Bueno, puede que sea casualidad pero mi tia esta sobreviviendo muchos años al cancer gracias a esa dieta.
Fantástica labor haces, muchas gracias, hace falta raciocinio y escepticismo en esta sociedad loca. Sólo comentar que me he dejado de hablar con una amiga por la dichosa dieta alcalina. Se ha comprado maquina para alcalinizar el agua (más de mil euros) y se ha dedicado a diario a darme la chapa por whatsapp con múltiples «estudios» (casualmente de los mismos que le vendieron la maquinita) con un ímpetu que ríete tú de los testigos de jeová.
En fin, una pena, pero yo que más tonto o más listo al menos intento usar ese fantástico órgano de pensar que nos ha regalado la evolución, y tras haber buscado un poco en google sobre qué se sustentaba todo esto… no he podido más.
Le pasaría tu vídeo… pero vas automáticamente a ser un instrumento de las malas malísimas industrias farmacéuticas que nos ocultan la verdad así que… ¿p’a qué?