Si recordáis, a principios de 2021 tuvimos una visita inesperada e inapropiada: la de Filomena.
❌ Y a muchas personas les pilló como sin siquiera una triste caja de huevos en el frigorífico.
Lo cierto es que no sabemos qué nos deparará cada temporada (como si de tendencias de moda habláramos), pero por ejemplo esta que nos ocupa empezó fuerte, por mucho que ahora el calor nos amenace en pleno final de diciembre.
Así que por si vuelve a caer la más grande, si nos azota el virus de nuevo o incluso si llegara el tan temido apagón, te voy a hablar de 10 alimentos que no pueden faltar en casa.
¿Por qué es necesario tener en casa un kit con comida de «supervivencia»?
Básicamente, porque a estas alturas nada se puede descartar. Entre las cepas de la Covid que vienen a aguarnos la fiesta, los temporales y sabe Dios qué nos depara el futuro cercano (ojalá nada más de este estilo), mejor prevenir que curar.
Comida de supervivencia: los 10 alimentos básicos para sobrevivir a un «holocausto»
Sin más preámbulos. Voy a contarte cuáles son los 10 alimentos imprescindibles que no deben faltar en casa para sobrevivir…A lo que sea.
1- Agua
Puede que suene demasiado básico, pero no está de más recordar que ante cualquier tipo de emergencia, si algo no puede faltar es el agua.
La Agencia Federal para el manejo de emergencias de Estados Unidos (donde saben mucho de este tema) advierte que la previsión tiene que ser de al menos un litro por persona y día.
Y es que recordemos que sin comer se puede sobrevivir más tiempo, pero sin beber, no tanto.
2- Conservas de legumbres
Se trata de la solución más barata, rápida y sostenible a la hora de satisfacer nuestras necesidades en lo que a proteínas se refiere, pero también para conseguir importantes cantidades de fibra y micronutrientes.
No pensemos solo en los clásicos platos de cuchara, ya que el hummus y las ensaladas de legumbres son otras opciones sanas y sencillas que podemos introducir en nuestro menú.
3- Conservas de verduras y hortalizas
Unas alcachofas, unos pimientos del piquillo, unos espárragos listos para tomar, una menestra en conserva que solo necesitemos calentar…Todas ellas son buenas opciones.
👉 Y es que el mundo de la conserva digital no está aún suficientemente explotado, ¡y debería! Eso sí, comprueba en la tabla nutricional que no contengan más de un 1,25% de sal.
4- Conservas de pescado
La caballa, el atún o la sardina son una importante fuente de nutrientes tales como la vitamina D o los ácidos grasos omega 3.
A la hora de escoger una buena conserva de pescado, tenemos que fijarnos primero en el porcentaje de sal, como en las conservas vegetales, asegurándonos de que sea menos del 1,25%.
Y después debemos comprobar el tipo de «caldillo». Es decir, preferentemente nos quedaremos con las conservas al natural o en aceite de oliva virgen.
5- Cereales
Los picos o el pan tostado (integrales preferentemente), y los cereales (sin azúcar añadido, por supuesto) duran mucho tiempo en buen estado.
También debemos recurrir a otras fuentes de hidratos de carbono rápidas como las latas de maíz en conserva y los vasitos de arroz precocido (que sustituirán al arroz cuando por alguna razón no podamos cocerlo).
6- Calditos de bote
Los típicos caldos de ave, verduras, carne o pescado en tetrabrick también son otro imprescindible ante cualquier tipo de emergencia.
❌ Pero ojo, ¡que no todos son iguales! Así pues, tenemos que evitar aquellos que contengan potenciadores de sabor (puede que el famoso glutamato monosódico no envenene, pero tampoco nos hace falta).
Debemos elegir aquellos que lleven agua sin más, los principales ingredientes y sal. Por suerte, muchos de estos caldos contienen menos del 1% de sal hoy en día.
7- Huevos
Pocos alimentos ofrecen tanto a nivel nutricional por tan poco, y además su fecha de consumo preferente es de 28 días a partir de la puesta.
✅ No olvidemos que la proteína del huevo es la de mayor calidad. Así que si en plena emergencia podemos cocinar, los huevos no pueden faltar en casa.
Por cierto, ¡se pueden comer a diario! Olvidemos ya ese viejo mito que el pobre huevo no se merece cargar.
8- Frutos secos
Aquí otro alimento que también carga con algunos mitos que no se merece. Siempre que sepamos elegirlos bien, los frutos secos tienen mucho que ofrecernos nutricionalmente hablando.
👉 Tenemos que comprarlos siempre crudos o tostados, y no salados ni con potenciadores de sabor, azúcar, miel, o algún tipo de endulzante.
✅ Los frutos secos nos aportan grasas de calidad, proteína, fibra, nutrientes, etc.
Y aunque es cierto que también aportan muchas calorías, la buena noticia es que son muy saciantes y que debido a su composición, parte de esas calorías no se llega a asimilar.
Así pues, los frutos secos no pueden faltar ni en la despensa, ni en la guantera del coche.
9- Barritas energéticas
Llegado el caso de que una emergencia nos obligue a quedarnos en casa, quizás haya opciones más interesantes que las barritas energéticas, tanto a nivel nutricional como gastronómico.
Ahora bien, como ocurre con los frutos secos, estas barritas resultan de lo más útiles a la hora de viajar.
⚠️ Eso sí, echa un ojo a la lista de ingredientes y cuidado con los azúcares o polialcoholes añadidos.
10- Sí alguien sabía cómo hacerlo, esas eran nuestras abuelas
En el primer mundo nos resulta todo un drama pensar en no poder ir al supermercado durante un par de días o tres a lo sumo, tal como sucedió cuando nos visitó Filomena.
No nos acordábamos de que hasta no hace tanto, los supermercados no tenían tanta disponibilidad como hoy en día. Y ni siquiera existían los sistemas de refrigeración con los que contamos en la actualidad.
Por eso, nuestras abuelas se apañaban con aquello que tenían.
En mi tierra por ejemplo (La Mancha), tiraban de conservas caseras tales como las escabeches (entre ellas la famosa perdiz en escabeche), conservas de tomate o de pisto, de queso en aceite, de bacalao desalado o del exquisito lomo de lorza.
Lo sé, quizás algunos de estos alimentos no sean para todos los días. Pero bien pueden darnos una alegría en plena emergencia.
El consejo de la Boticaria
✅ Cierto es que los actores de la cadena de distribución de alimentos en España nos han demostrado en la pandemia, y con creces, que no tenemos nada que temer.
Sin embargo, nunca está de más ser previsores, y que si a alguna Filomena le da por darse una vuelta, mejor que nos pille con la despensa preparada.
