Cómo desinfectar mascarillas es la pregunta que toda España (y gran parte del mundo) se hace en este momento. Parece que la OMS ahora no ve mal que todos la llevemos puesta en la calle, manifestemos síntomas o no. Literalmente han dicho que el hecho de que todo el mundo lleve una mascarilla «podría no ser una mala opción». Porque claro, fiel a su estilo, en estas cuestiones la OMS se moja menos que un gremlin.
Sólo hay un pequeño problema: las mascarillas están agotadas y ni siquiera hay suficientes EPIs (equipos de protección individual) para los sanitarios. Algunos guardan como oro en paño esa mascarilla quirúrgica que consiguieron de vaya usted a saber dónde en el inicio de la pandemia. Otros, directamente, no tienen mascarilla alguna que llevarse a la boca. La solución en algunos hogares ha pasado por desempolvar las máquinas de coser y también la imaginación (que a veces tiene más polvo encima que la máquina de coser) para crear mascarillas DIY. IMPORTANTE: No está del todo claro si es mejor usar una mascarilla de tela que no usarla porque hay muchos factores en juego. Si alguien está pensando en hacerlas, que al menos siga el manual para hacer mascarillas caseras de los CDC. Spoiler: no hace falta tener máquina de coser
¿Cómo desinfectamos una mascarilla de tela?
No hay recomendaciones oficiales para desinfectar mascarillas de tela. Según los CDC, debería ser suficiente con el lavado en lavadora. Una idea sería acogermos a las recomendaciones de limpieza del Ministerio de Sanidad que indican que la ropa de un enfermo contagiado por covid-19 debe lavarse entre 60 y 90 grados durante al menos 30 minutos.
¿Cómo desinfectamos una mascarilla FFP2 o FFP3?
Las mascarillas filtrantes (no confundir con las quirúrgicas, las típicas azules de dentista) son capaces de impedir el paso de micropartículas protegiéndonos, por ejemplo, de alérgenos como el polen e incluso de algunos bichos como el coronavirus. Hay tres tipos, FFP1, FFP2 y FFP3, que filtran el 78%, 92 y 98% de las partículas respectivamente. ¿Cuáles son las mascarillas que realmente son efectivas frente a coronavirus? La OMS recomienda en procedimientos de aislamiento la FFP2 o FFP3. En america tienen otra nomenclatura y el equivalente es la N95, que filtra el 95%.
Estas mascarillas son de un solo uso y no deberían reutilizarse pero a falta de otra cosa, en Stanford están como locos investigando a ver cuál puede ser una buena solución. Vaya por delante que los propios investigadores no respaldan ninguno de los métodos analizados. Ellos simplemente muestran los resultados de su estudio con los que pretenden encontrar la mejor opción. Estas son las conclusiones:
– Desinfectar mascarillas con calor
– Desinfectar mascarillas con radiación ultravioleta
– Desinfectar mascarillas con vapor de peróxido de hidrógeno
Conclusiones a los estudios de desinfección de mascarillas de Stanford:
- Los estudios realizados no se han realizado en Sars-Cov-2 sino en estudios similares por lo que no cabe establecer conclusiones firmes para covid-19.
- Los estudios se han realizado en unas mascarillas determinadas, por lo que las conclusiones no se pueden hacer extensivas a todas las mascarillas.
- La desinfección por aplicación de calor a 75 grados durante 30 minutos parece una buena opción pero no es perfecta: aunque no se afecte la capacidad de filtrado sí se puede afectar la manera en que ajuste la mascarilla, suponiendo esto también una merma en su eficacia.
¿Qué dicen otros organismos sobre la desinfección de mascarillas?
Los ECDC indican en su informe que la esterilización con vapor es un procedimiento utilizado habitualmente en hospitales. Pero también apuntan al mismo problema, puede tener lugar una deformación de la mascarilla o un ajuste más defectuoso después de la esterilización con vapor a 134 °
¿En qué se ponen todos los organismos de acuerdo sobre la esterilización de mascarillas?
Si hay una recomendación que está basada en la evidencia es la de que los profesionales, ya sean sanitarios, investigadores o de otra índole, no deben llevarse a su domicilio las mascarillas para desinfectarlas al calor de su hogar de forma caserita. Los centros de trabajo deben ser responsables de facilitar a sus trabajadores los protocolos adecuados.
Reflexión de la boticaria:
Opinar sobre un tema sobre el que las autoridades sanitarias pasan de perfil y sobre el que los centros de investigación como el de Stanford añaden tantos «disclaimers» creo que no me corresponde. Sin embargo, sí quiero hacer una serie de reflexiones que puedan ayudar a las personas que, por un motivo u otro, necesiten reutilizar las mascarillas filtrantes y no tengan forma de conseguir nuevas:
- Las mascarillas son una medida adicional sobre la que no debemos poner el foco ni obsesionarnos. Lavarnos las manos con frecuencia con agua y jabón, no tocarnos la cara y mantener la distancia de seguridad de 2 metros con otra persona siguen siendo la mejores medidas a nuestro alcance de prevenir el contagio.
- En el caso de que usemos mascarillas es imprescindible que aprendamos cómo ponérnoslas y cómo retirarlas. En este enlace de la OMS explican cómo hacerlo.
- Calentar las máscarillas con vapor por encima de 100 grados parece ser una medida efectiva para acabar con algunos coronavirus según varios informes rigurosos.
- Calentar las mascarillas con vapor por encima de 100 grados puede deformar la máscara y alterar el ajuste.
- Calentar las mascarillas con vapor en una cazuela doméstica, sin las medidas adecuadas de extracción, podría favorecer la generación de aerosoles que diseminaran el virus a otros lugares de la cocina o de la casa.
- Si por algún motivo fuera imprescindible realizar esta práctica, emplear un esterilizador doméstico, bien cerrado (sin mezclarlo con biberones o con otros usos por-dios-bendito) me parece más seguro.
- El informe de Stanford Medicine no recomienda impregnarlas en alcohol ni con soluciones de cloro.
- Si somos profesionales esenciales y usamos una mascarilla para trabajar no debemos desinfectarla en casa: los centros de trabajo deberían establecer los protocolos en caso de ser necesario.
- Si solo usamos la mascarilla una vez a la semana para ir a la compra y volver a casa, quizá, en vez de estar enredando y haciendo «mascarillas al vapor» sería más conveniente guardarla en una bolsa cerrada hasta su próximo uso. La posible carga viral en las superficies disminuye con el tiempo.
