Decía mi abuela Adela que cuando al borrico le da por la linde, la linde se acaba pero el borrico sigue. Mi abuela era una mujer manchega muy sabia y no le faltaba razón. En este caso el borrico soy yo (la burra delante para que no se espante) y la linde son mis queridos superalimentos.
Esta primavera, en vez de alergia al polen, a mí me ha dado por estornudar ante esta serie de alimentos que alguien ha decidido elevar a los altares. Leyendo y viendo determinadas cosas en los medios, en ocasiones he rozado la reacción anafiláctica. Y es que señores, vivimos rodeados de chorradas y cuentos chinos que nos encantan. Cuanto mayor sea la chorrada y más chino sea el cuento, mejor.
Comencé dándoles caña en el blog City Confidential con un post detripando la dieta Instagram. Después, en el post mensual para el Club de Malasmadres estuvimos rajando sobre los mitos de la operación bikini y de paso hicimos una charla en el Club para unas 40 malasmadres donde también hubo unas palabras para los superalimentos.
El martes pasado dedicamos a mis superamigos sus diez minutos de gloria en La 2, en la entrevista quincenal que hago La Aventura del Saber donde no dejamos semilla de chía con cabeza. Pueden ustedes ver la entrevista aquí a partir del minuto 1:40h. Y podría seguir contándoles más foros donde he vertido mi subjetivísima opinión pero no quiero agobiarles pensando que tengo una obsesión malísima con este tema, aunque realmente la tenga.
¿A dónde quiero ir a parar con todo esto? Pues a que como cantaban los chicos de Queen… SHOW MUST GO ON! Y hoy vengo con una invitación debajo del brazo. El próximo martes 14 de junio a las 19:00h se celebra IGNITE MADRID en un lugar tan chulo como Google Campus. Se trata de un evento de charlas ultrarrápidas de 5 minutos en el que ocho locos hablan de su tema. O incluso del que no es su tema, pero les apetece. Y… algún insensato de la organización ha cometido la osadía de invitarme.
Efectivamente, han pensado ustedes bien: yo hablaré de superalimentos. Y que sea lo que el público quiera.
El evento es gratuito pero hay que sacar unos tickets (a la sazón gratuitos) para reservar la plaza. Están todos ustedes invitadísimos. Las charlas de mis compañeros, de los más variopintos temas, no tienen desperdicio y les aseguro que merecerá la pena. ¡Allí nos vemos!