Cinco preguntas que te harás el primer día que ofrezcas alimentación complementaria a tu hijo
La OMS recomienda la lactancia materna en exclusiva durante los seis primeros meses por todas estas buenas razones. Pero en algún momento, estos 6 meses (y sus 500 noches, que diría Sabina) se superan y llega el momento de ofrecer los primeros alimentos sólidos o semisólidos. La «primera vez» en la alimentación complementaria se vive con mucha ilusión, pero también con cierto nerviosismo e incertidumbre sobre si lo haremos bien.
Estas son las cinco dudas más frecuentes:
- ¿Qué le doy? La Academia Americana de Pediatría recomienda comenzar por lo más básico: cereales, como por ejemplo, el arroz. Aconseja mezclar una cucharada de cereales por cada cuatro o cinco de leche materna o de fórmula. En caso de escoger cereales comerciales, es preferible elegir aquellos que sean enriquecidos en hierro y sin azúcares añadidos.
- ¿Cómo se lo doy? Con una cuchara. No se recomienda añadir cereales al biberón.
- ¿Cuánto le doy? Los primeros días, con dos o tres cucharadas bastará. No hay prisa. Recuerda que la leche sigue siendo el alimento principal. I
- ¿Y si lo escupe? Es normal. Puede que el bebé conserve aún el reflejo de extrusión, por el cual expulsa todo lo que le entra en la boca. Quizá aún no esté preparado, ¡paciencia! Puedes seguir probando con pequeñas cantidades de comida hasta que la vaya aceptando: tarde o temprano el reflejo desaparece.
- ¿Y si no le gusta? También es normal. Nunca se debe forzar al bebé. A veces puede ser necesario ofrecer diez-quince veces el alimento a un niño para que lo acepte. ¡Hay esperanza!
OK, primer día superado… ¿Qué le doy de comer mañana? ¿Y al otro?
Durante los siguientes días subiremos a tres o cuatro cucharadas, aumentando progresivamente la cantidad en función de la respuesta del bebé. Se aconseja ofrecerle una gran variedad de alimentos, especialmente frutas y verduras.
Es muy importante proponer al bebé distintos tipos de texturas desde las primeras semanas. Una vez que el bebé «domina» las primeras cucharadas de papilla o purés, se aconseja probar con texturas menos finas. Además de triturar los alimentos, estos pueden «chafarse» (aplastarse con la cuchara o el tenedor).
Cuando el bebé se mantiene sentado y es capaz llevarse comida por sí mismo a la boca, puede hacerlo con alimentos sólidos. Siempre en formatos adecuados para que pueda manipularlos sin atragantarse. En fino, lo llaman finger food, una de las claves de la alimentación en la técnica conocida como baby-led weaning. El Baby Led Weaning es una tendencia creciente, recomendada por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), en la que, a partir de los seis meses, el bebé se sienta y comienza a tomar directamente la misma comida que los adultos en pequeños trocitos que él mismo manipula y se lleva a la boca. Otro día podemos tratar este tema en profundidad ya que existen muchas dudas al respecto cuando, en realidad, puede ser mucho más sencillo de lo que parece.
¿Le doy antes la fruta o la verdura?
Algunos pediatras aconsejan comenzar con verduras y carne para que el bebé aprenda a degustar esos sabores antes de acostumbrarse al sabor dulce de las frutas. Realmente no hay evidencia de que ninguna criatura se vaya a volver loca por las verduras por seguir este orden: los niños vienen al mundo de serie con preferencia por los sabores dulces.
¿Qué cantidad le doy al bebé los siguientes días?
En la alimentación complementaria el lema es estimular, no forzar. Es importante que el niño pueda regular por sí solo su apetito y olvidarnos de la teoría de dejar «el plato limpio».
¿Cuáles son las técnicas culinarias más apropiadas para un bebé?
El hervido, el vapor y la plancha son las técnicas de cocción de elección, especialmente los primeros días. Poco a poco se pueden ir ofreciendo al bebé alimentos cocinados con otras técnicas como el horneado, el asado, el estofado o el guisado.
No tengo una bola de cristal pero sé que ahora mismo te estás preguntando por la fritura. La respuesta es la que ya te imaginas: sólo deben ofrecerse alimentos fritos de forma puntual. ¡Y estoy incluye a las patatas fritas!
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