Año nuevo, leyes nuevas. O al menos tuneadas. Esta vez con los genéricos como protagonistas estelares.
¿Se puede elegir generico o marca?
Desde el 1 de enero ha entrado en vigor la enmienda que se aprobó a la Ley de Presupuestos en la que se modificaba el artículo 4, apartado 6 del texto refundido de la Ley de Garantías. Todo esto que suena aburridísimo (y lo es) en realidad es muy facilito. Hay varios puntos que han cambiado, pero lo que realmente interesa al paciente de a pie es que, desde ya mismo, si el médico prescribe el fármaco por principio activo, bien sea en receta de papel o electrónica, a igualdad de precio entre ambos el paciente va a poder elegir si se lleva un medicamento de marca o uno genérico en la farmacia.
Ejemplo: si el médico te prescribe «paracetamol 1 g 40 comprimidos efervescentes», tú como paciente puedes decidir si te llevas paracetamol genérico o Efferalgan.
¿Tiene sentido este cambio en la ley?
Pues como en los toros, división de opiniones. Hay quien defiende que a igualdad de precio genérico-marca no tiene sentido que se prime el uso de unos sobre otros ¿por qué penalizar a los que investigaron en primer lugar si los medicamentos valen lo mismo? Pero también con lógica hay quien defiende que, una vez vencida la pantente, si no se incentiva el uso de genéricos, se desmotiva a la industria del genérico para seguir lanzando moléculas (que ha sido un puntal para el Ministerio de Sanidad de cara al ahorro de precio).
¿Por qué tanto lío con los genéricos?
En 1996 aterrizó en España el primer genérico (20 añazos, este 2016 vamos de cumple) y desde entonces los variopintos cambios en la legislación que han sufrido han favorecido cierta desinformación en la población ha quedado latente en algunas encuestas como ésta publicado por Pfizer hace unos meses. Según estos datos del laboratorio, que aunque no son «oficiales» coinciden en parte con mi «pulso» en el mostrador, hoy por hoy, por ejemplo, el 69% de la población sigue pensando que los medicamentos de marca son más caros que los genéricos.
¿Y cuál elijo?
Es la pregunta del millón y lo fundamental es no volverse locos , sino informarse. Hay demasiados mitos en torno a los genéricos que, 20 años después de que vivan entre nosotros, va siendo hora de desterrar. Sea cual sea la decisión final, si escogemos marca o genérico (porque nos guste el color de la caja, la forma del comprimido o nos quepa mejor en el armarito del baño, que es una razón tan buena como cualquier otra), lo más importante y el consejo que quiero lanzar hoy desde aquí es que estemos tranquilos, ya que ambos medicamentos serán igualmente seguros y eficaces.
Tenéis toda la información sobre los mitos y leyendas en este post ¿Los medicamentos genéricos son peores que los de marca? y para los comodones, en la entrevista sobre este tema y los cambios en la legislación que me hicieron al respecto en el programa La Aventura del Saber de La 2.
*Actualizado 05/01/16
Al parecer en la Comunidad de Madrid no está previsto que se aplique la modificación a la ley y la recomendación es seguir dispensando genéricos como hasta ahora si las recetas vienen prescritas por principio activo. Quedamos a la espera de una comunicación oficial ya que desde la oficina de farmacia resulta complicado trasladar esta información al paciente, contraria a la que está llegando a través de los medios de comunicación desde el mes de octubre, en el que se aprobó la enmienda.