Éste es uno de esos posts con nombre poco sexy.
Pero que luego, como ya ocurrió con el de los orzuelos o los callos, os acabáis leyendo a hurtadillas.
Que lo sé yo.
Y es que, ¿quién no ha tenido un golondrino en la axila? Al menos, quien lo ha tenido, no lo olvida.
¿Qué es un golondrino?
Según la RAE, el pollo de la golondrina o un soldado desertor.
Pero también, en su quinta y última definición: una inflamación infecciosa de las glándulas sudoríparas de la axila.
Aunque la RAE hable únicamente de inflamación de glándulas sudoríparas, actualmente se considera que surgen por una obstrucción de los folículos pilosos en áreas del cuerpo que también contienen una alta concentración de glándulas apocrinas.
¿Por qué aparecen especialmente los golondrinos en las axilas?
Porque las glándulas apocrinas se distribuyen principalmente en las axilas, las ingles, la región perianal, perineal y submamaria principalemente, siendo las zonas donde aparecen los nódulos. Cuando hablamos del olor de pies (otro post con encanto) ya comentamos las diferencias entre glándulas ecrinas y apocrinas, siendo las apocrinas las responsables del sudor maloliente.
¿Por qué lo llaman golondrino cuando quieren decir hidradenitis supurativa?
Por motivos obvios: de «hidradenitis supurativa» no había quien se acordase y la sabiduría popular tiró de metáfora.
¿A quién afecta la hidradenitis supurativa?
Afecta en torno al 4% de la población. Las mujeres somos especialmente agraciadas con los golondrinos y suelen aparecer tras la pubertad.
Golondrino, qué hermoso eres
En realidad no. Los golondrinos, como los orzuelos, son más feos que pegarle a un padre. En primer lugar aparece una induración en forma de nódulo doloroso que puede formar abcesos y drenar espontáneamente. El material resultante de la supuración no huele precisamente bien.
Y todo esto, un día bueno. Si la cosa se complica pueden formarse cavidades que van interconectándose y fistulizando. Si alguien no se lo imagina, puede consultar las imágenes de este enlace (ya os aviso, pueden herir la sensibilidad del lector).
La hidradenitis supurativa empeora la calidad de vida de quien la padece: es una pequeña tortura.
Causas de los golondrinos
No está claro por qué los folículos se bloquean inicialmente y además los nódulos tienden a repetirse. Puede ser debido a una combinación de factores genéticos y ambientales.
Entre los distintos factores que podrían desencadenar los golondrinos destaca el tabaco (alrededor del 70% de pacientes son fumadores habituales), la obesidad, la ropa ajustada, el calor y el estrés. Aunque tradicionalmente se ha considerado que eran causa el empleo de productos desodorantes y depilatorios parece no tener que ver.
¿Cuál es el tratamiento de los golondrinos?
MEDIDAS GENERALES
Dentro de las medidas generales, dejar de fumar, bajar de peso y mantener una correcta higiene con jabones antisépticos (como Germisdin) puede ser de utilidad.
MEDIDAS FARMACOLÓGICAS
En cuanto a las medidas farmacológicas, deben ser valoradas individualmente por el profesional médico y abarcan desde tratamiento tópico (antibióticos, corticoides y retinoides) hasta el tratamiento oral: antibióticos (clindamicina, metronidazol o eritromicina), retinoides (isotretinoína), inmunosupresores o dapsona, pasando por los corticoides intralesionales.
MEDIDAS QUIRÚRGICAS
En ocasiones es necesaria la intervención quirúrgica. En este caso, la escisión radical, a pesar de sus posibles complicaciones, puede ofrecer mejores resultados que el drenaje, que suele estar asociado a recurrencias. Una publicación de agosto de 2015 muestra como la tradicional técnica de setón (hilo de sedal) puede ofrecer buenos resultados.
OTROS TRATAMIENTOS
Otros tratamientos alternativos pueden ser el láser CO2, radioterapia, crioterapia e incluso el bótox.
El consejo de la Boticaria
Sin ánimo de asustar a nadie, la hidradenitis supurativa puede cronificarse y aparecer complicaciones como fistulas, artropatías, carcinoma de células escamosas y amiloidosis. Por tanto, es importante acudir al médico ante la aparición de los primeros síntomas para establecer el tratamiento adecuado. Un golondrino en la axila no es para siempre.