Hace poco, dos hombres y una mujer resultaron heridos en un piso de Lavapiés.
Al parecer, habían consumido la mal llamada «droga caníbal».
Y digo «mal llamada» porque se trata de un nombre de fantasía que responde más a la falta de ética y al asqueroso morbo humano que a la realidad de los efectos de la droga en el organismo.
5 claves sobre la droga caníbal
1. ¿Qué es la droga caníbal?
Es una droga de síntesis llamada metilendioxipirovalerona (MDPV) a partir de la planta africana Catha edulis.
Se sintetizó en 1969 por primera vez pero no empezó a rondar por ahí como droga de abuso hasta 2004. Habitualmente se tomada esnifada en polvo o en pastillas.
Otros nombres populares son ola de marfil, cielo de vainilla, o relámpago blanco. También se conoce como sales de baño ya que una de las formas de vender esta sustancia es camuflada en tarros de sales de baño.
2. ¿Por qué le llaman droga caníbal?
Podríamos decir que Miami me lo confirmó. En mayo de 2012 un hombre de 31 años provocó una agresión con mordiscos en la cara a un indigente en Miami (le arrancó un ojo y se llevó el 75% de la piel facial). La agresión se atribuyó a que el “mordedor” había consumido droga caníbal o MDPV. Además resistió al primer disparo de bala lo que le hizo ganar la fama de zombi (eso sí, por poco tiempo porque seis balazos después, el agresor falleció). Así lo contaron los medios locales:
Los medios, con todo un despliegue sensacionalista, mencionaron que se encontraron niveles de MDPV en el agresor dando por hecho que el consumo de esta droga había provocado el ataque. Sin embargo, los resultados de la autopsia del atacante descartaron que hubiera consumido esta sustancia y solo encontraron restos de marihuana. A nadie pareció importarle ese «pequeño» detalle. Para entonces, la leyenda del zombi de Miami que consumía droga caníbal ya era imparable.
3. ¿La droga caníbal provoca que se ataque a humanos?
El consumo de MDPV, como el de otras drogas, puede llevar asociado paranoia, delirios, conductas violentas y agresividad, pero de momento no está descrito que esta droga sea la causa directa de mordiscos o conductas caníbales. Según un informe de la OMS, esta droga tiene una duración excepcionalmente larga de sus efectos (> 24 h), se asocia a taquicardia, hipertensión, y especialmente comportamiento combativo y psicosis. Hay casos descritos de problemas auditivos y visuales que dan lugar a alucinaciones. Pero, insisto, no provocan especialmente mordiscos ni los efectos son radicalmente distintos de los que pueden provocar otras drogas.
4. ¿Cómo funciona la droga caníbal?
Su mecanismo de acción es similar al de otras drogas. Inhibe la recaptación de la dopamina y noradrenalina haciendo que estos neurotransmisores estén más tiempo disponibles y, por tanto, potenciando su acción. Su potencia psicoestimulante puede ser mayor que la de la cocaína.
5. ¿Ha habido más casos de ataques por consumo de «droga caníbal» en España?
Además del reciente caso en Lavapiés hubo otro caso la semana pasada en Lugo (lo cual nos indica que el consumo puede estar popularizándose de nuevo en España). Otros quizá recuerden un caso bastante sonado en Ibiza, en el verano de 2014, que dio lugar a noticias en la prensa nacional tan sensacionalistas como esta:
Titular: La ‘droga caníbal’ aparece en Ibiza
Texto: Nadie advirtió de que el Apocalipsis zombi llegaría de fiesta y en dosis de metiendioxipirovalerona (MDPV). Tampoco que el primer ‘muerto viviente’ sería inglés, ni que policías locales y enfermeras de la paradisíaca isla de Ibiza se llevarían las primeras dentellada
Apocalipsis zombi: ¿estamos locos o qué? En realidad, la persona que se llevó el mordisco fue un policía al intentar reducirle. Algo que podría entrar dentro de la normalidad en una persona que está bajo los efectos de drogas y sustancias alucinógenas. Fin del apocalipsis zombi.
Conclusión de la boticaria:
No se han registrado casos de “ataques caníbales” por el consumo de «droga caníbal» (MDPV) en toda la literatura científica. Y esto es significativo cuando la droga lleva en danza desde 2004, es decir, hace catorce años. Sin embargo, ¿a quién le importa eso cuando podemos vender que tenemos zombis pululando por Lavapiés?
Más allá de los archiconocidos efectos perjudiciales de consumir cualquier tipo de droga, en este caso creo importante insistir en la falta de ética de algunos tratamientos informativos a las noticias. En temas tan sensibles como el consumo de drogas, la guerra por conseguir audiencia o clicks puede originar una alarma social injustificada.
Y lo que es peor, dar ideas a algunos insensatos que se planteen probar la droga para sentirse, por un día, protagonistas de The walking dead. Quedémonos de momento tranquilos: no tenemos zombis en Lavapiés.